¿Cómo proteger a un hijo?

Existen muchos modos de proteger a un hijo, algunos muy evidentes y otros dependiendo de la creatividad de los padres, o los niveles de seguridad y control que pudiéramos desarrollar.

Pero ¿qué hacemos cuando no estemos con él o ella? ¿cuándo no podamos como dice el dicho: “donde mis ojos te vean”? ¿Cuándo sea púber y empiece a ir a juntas y fiestas?, etc…..

Esta claro que parte de nuestro rol de padres es enseñarles a volar y darles confianza y seguridad en sí mismos. No en limitarlos o privarlos de experiencias y aprendizajes productos de nuestros miedos o aprensiones.

¿Cómo protejo entonces?….

Fácil…. VINCÚLESE con él o ella….

El VÍNCULO que se crea entre un hijo/a y sus padres es el mejor factor de protección que le podemos dar a un niño, púber o adolescente.

El vínculo se forma día a día, en el desayuno, almuerzos y cenas que compartimos, en los traslados a los colegios, los juegos cotidianos, la tareas y estudios, los paseos como familia, las visitas a los abuelos, las juntas con los tíos y primos, en los regaloneos en la cama de los papás, las salidas a andar en bicicleta, en las preguntas embarazosas que nos hacen de la nada, en los encuentros del colegio, en ir a buscarlos y dejarlos en las innumerables actividades que tienen, en acompañarlos cuando tienen pena, en ser firmes cuando se quiere educar, en no tolerar las faltas de respeto entre nosotros, en mostrarles el mundo y sus maravillas, en las idas al cine, en el uso de la tecnología donde ellos nos enseñan, en los éxitos y frustraciones, en todo…..

Vincularse es conocerse y quererse, y es la mejor forma de ir trasmitiendo lo que les queremos enseñar y mostrar de este mundo , con lo lindo y feo que tiene. Así podemos irles anticipando lo que algún día les va a pasar, hablarles por ejemplo de afectividad, sexualidad, autocuidado, adicciones, alcohol, amistad, etc.

Si nos vinculamos puede ocurrir que el niño o niña vaya descubriendo el mundo de la mano de nosotros, y por ende, cuando se enfrente a situaciones difíciles o complejas, es probable que dentro de sus recuerdos y emociones esté alguna conversación con sus padres, algún consejo o situación que le permita elegir y protegerse a sí mismo….. Si no nos vinculamos, es probable que el niño elija lo que la vida le muestre, los pares le orienten, lo que aprenda observando en la tecnología (que no siempre es lo mejor) o lo que es peor, lo que las otras personas (no siempre bien intencionadas) le puedan sugerir u obligar, corriendo así riesgos y peligros que se podrían haber anticipado.

Nada nos asegura que nuestros hijos nos sufran, ni que sigan nuestras enseñanzas y nuestros modelos, pero un niño que tiene un buen vínculo con sus padres, es un niño que se siente protegido y que sabe a quien recurrir cuando tenga dificultades o situaciones complejas…. Y eso de por sí los protege profundamente.

Entonces la tarea es simple y entretenida….

¿Quiere proteger a su hijo/a?…
 
VINCÚLESE