Amor en la era Digital
El mundo está evolucionando, de manera vertiginosa e insospechada y los cambios en la era digital han llegado también en la forma de buscar y encontrar pareja. Aplicaciones como Tinder, Meetic, OkCupid, etc. se han posicionado como una forma valida de conseguir una cita o conocer personas. Factores como el poco tiempo disponible para conocer gente versus el mucho tiempo que se pasa conectados a los celulares, han incidido en la popularidad de estas aplicaciones. En una cultura en que “todo ésta cambiando” parece fácil pensar que mediante un click se puede encontrar la relación de afecto que se desea. Si bien hay estudios recientes que indican que incluso el porcentaje de estabilidad en matrimonios generados por estas aplicaciones es mayor que los generados por formas tradicionales, otros datos, por el contrario, indican que este tipo de aplicaciones han fomentado el aumento de relaciones esporádicas y con poco compromiso…. ¿En qué creer entonces?
En términos concretos lo que ha cambiado es la forma de hacer el primer contacto, ya que por lo general, las segunda instancias suelen ser cara a cara. Lo más recomendable es ver estas aplicaciones como una red social más, y tomar las precauciones y resguardos que siempre se toman en relación a la socialización por internet. Siempre es importante conocer las políticas de privacidad, utilizar los mecanismos de seguridad como verificación del perfil y de las fotos, así como no dar información importante de si mismo hasta no corroborar con quien se está hablando.
Las redes sociales son una realidad, ya que pueden ser muy útiles si las usamos en el contexto adecuado y siempre con una cuota de precaución y realismo. También no es razonable idealizar estas aplicaciones, como muchas veces la publicidad pretende mostrar. “Encontrar el amor haciendo un click”, es algo que dista mucho de la verdad, sea cual sea la forma que tengamos de socializar, de forma digital o tradicional. El proceso de conocerse y enamorarse, depende de muchos factores ajenos al mundo digital, en que la receta más adecuada es que no hay receta, solo tiempo para conocerse y saber bien con quien se habla.
Me atrevo a decir que este nuevo «Amor digital» es una forma de socializar que llegó para quedarse, dado que los cambios que conllevan una sociedad tecnológica ya están aquí. De cada uno dependerá hacer un buen uso de las redes sociales, ya que el factor humano y afectivo de un vínculo no lo remplazará nunca la tecnología.
