El aquí y el ahora en verano
El estar conectados no es solo virtual, vivimos unidos al mundo digital, pero también vivimos conectados a las preocupaciones, a la poca capacidad de soltar nuestra mente y darle espacio a la relajación y contemplación, al juego, al no tener que tener siempre la respuesta para todo; lo que a la larga se traduce en uno de los grandes males de nuestra sociedad: el estar siempre alerta.
Si sumamos a esto el año difícil que tuvimos, donde se instaló en el centro de la discusión un estallido social y un cuestionamiento a las instituciones y sociedad, no es difícil concluir el elevado nivel de estrés en que todos estamos.
Mindfulness es una técnica de meditación muy popular hoy en dia, que se acomoda a las necesidades actuales, y que consiste básicamente en concentrar nuestra mente en la atención plena del presente. Sea lo que sea lo que estemos haciendo, no necesitamos sentarnos en posición de loto en un templo budista, o subir a una montaña a reflexionar, basta con darnos un espacio personal para mirarnos y sentir nuestro interior. Es ideal para practicarlo en vacaciones, ya que en la simpleza de meditar 30 minutos sentados en un lugar cómodo, una caminata agradable en la tardeo, o disfrutar un café sin apuro, pueden hacer la diferencia en nuestro descanso.
La idea es tratar de disminuir los distractores habituales que nos afectan en un estado mental de preocupación por el pasado o por el futuro. Es recomendable desconectar por un rato los teléfonos, tablets, alarmas, etc., y así procurar un lugar sin tanto ruido, usando ojalá ropa cómoda y holgada. Estos cambios tan simples nos ayudan mucho a renovar nuestra mente y focalizar la atención en nuestra respiración, en el paisaje tranquilo donde estamos, o en cualquier cosa que implique estar en el aquí y ahora.
Una caminata por la orilla del mar, en la que nos podemos concentrar solo en el ruido de las olas; un pasear lento por el parque, sintiendo el ruido que el viento provoca en los árboles, un contemplar sin apuro como el sol cae en la tarde, nos conecta con nosotros mismo y nuestras sensaciones internas.
Recordemos, vivimos en una civilización moderna llena de distractores, ruidos, estímulos y realidad virtuales; y sin embargo, para encontrar la calma tenemos que mirar nuestro presente y ahora, dejando de lado la tentación de cuestionar un pasado o controlar un futuro….. Suena curioso, ya que todo lo que ocurre ocurre en el presente, pero vivimos preocupados de lo que ya fue o de lo que vendrá….
Les dejo una frase simple, que puede ayudará a meditar al respecto: