¿Y qué le decimos a nuestros hijos?
Uno de los desafíos que hemos debido hacer en esta Pandemia, es comunicarnos con nuestros hijos acerca de lo que está sucediendo, y sobre todo, de lo que se viene. Me aventuro a opinar que la mayoría lo estamos haciendo en forma improvisada, ya que es primera vez en un siglo que se vive esta realidad, y nadie se encontraba preparado.
Creo que viviremos en un futuro en un escenario de constante cambio, ya sea por escasez de recursos, problemas en la economía, automatización en el mundo laboral, etc., lo que nos obligará a estar en estado de alerta y atención a las señales, y a movilizarnos y reinventarnos si es necesario.
Por lo tanto urge usar nuestra creatividad, para así poder ser didácticos y explicar de forma realista y sin alarmar. Nos podemos ayudar de las directrices dadas desde los colegios o autoridades sanitarias o expertos que nos puedan guiar; pero mucho va a pasar por la capacidad comunicacional que tengamos, o la relación adecuada que hayamos ido construyendo con los años con nuestros hijos.
Es muy probable que varios de ellos estén con interrogantes, respecto del presente y el futuro… ¿Y qué sucederá, si el mundo seguro que les mostraron sus padres ya no es tal?…
Pienso que el camino irá por educarlos para el cambio, en el aprender a ser flexibles, en entregarles valores que tengan que ver con la resiliencia, en el trabajo en equipo, en el potenciar las habilidades sociales, en la creatividad e inteligencia emocional, etc. Además de favorecer la utilización de la tecnología como un recursos a su favor, que les permita hacer la diferencia en este futuro mundo, que será una mezcla entre lo virtual y lo real.
Me atrevo a aventurar que quienes tengan las mejores herramientas de adaptación al cambio, probablemente serán más exitosos en su actuar; y si además son solidarios y empáticos podrán guiar a los demás, hacia una sociedad tecnológica, en la cual se requerirá estar siempre actualizado.