Modo vacaciones

Muchas veces me he encontrado en la consulta con pacientes que llevan dos, tres o más años sin tomar vacaciones, tan sólo uno que otro día en un fin de semana largo, o a lo más una semana, pero generalmente conectados al celular con su trabajo. Son personas agotadas, ansiosas y tensas, que se han olvidado de disfrutar, con episodios de crisis de ansiedad o pánico, no sabiendo que hacer con los tiempos muertos, desconectados de su familia, mala relación con su pareja y distantes de sus hijos si es que los tienen, y lo que es peor, desconectados de ellos mismos, poco conscientes de sus necesidades y emociones, de su cuerpo y su espíritu.

¿Qué esta pasando que una persona es capaz de no tener conciencia de sí mismo, de su cansancio y estés? ¿Qué decida no tomar vacaciones, o lo que es peor, considere el ocio una pérdida de tiempo?….

El descanso es parte fundamental de la vida activa, es el complemento que conlleva a recuperar el gasto de energía utilizado….. El esfuerzo y el ocio no pueden convivir separados, son dos aspectos de nuestra vida, que bien manejados, permiten el logro de nuestras metas, y el disfrute del camino que se recorre.

Se supone que un buen preparador físico no es quien lleva el músculo al límite, es quien sabe cual es la óptima alternancia entre un ejercicio duro y un descanso reponedor. Un buen preparador físico evita llevar el músculo a su extremo, ya que sabe que si lo sobreexige se puede desgarrar (algún deportista podrá explicarlo mejor)….. Lo mismo pasa con nuestro ánimo, con nuestras emociones y tranquilidad espiritual. Tenemos que saber, y sobre todo valorar, que cada vivencia tiene su tiempo, cada experiencia de vida no se suple sólo con reventarse llenándose de más emociones.

El descanso y el ocio no son un capricho, son parte de nuestras vivencias, y para que se vivan como tal, tenemos que darle espacio, tiempo y valor en nuestros tiempos vitales.

Algunas ideas obvias

Siempre tómese vacaciones una vez al año si es posible.
Unas vacaciones reponedoras no debieran ser menos de dos semanas.
En vacaciones no se reviente. Si va de viaje no es necesario conocer diez ciudades en un día, o comer y beber lo que no ha hecho en el año. El exceso no es disfrute.
No deje sólo para las vacaciones aquellas actividades que le gusta hacer, hágalas durante el año también.
Acostumbre intercalar en el día a día el disfrute con el esfuerzo. La semana se hace pesada si sólo me dedico a trabajar y dejo para el fin de semana lo que me entretiene.
Descansar no es sólo “no hacer nada”, sino también es un “cambio de actividad”, es hacer cosas entretenidas y que le causen bienestar.
Un buen descanso se disfruta en tres momentos: Cuando lo organizo y preparo, cuando lo vivo y posteriormente cuando lo recuerdo.